Latam
16 /01 / 2019

Tres formas de cambiar de perspectiva en la implementación de BIM sin tener que recurrir al terapeuta

Los miedos al fracaso, al cambio o a la crítica están profundamente arraigados en la mente humana, tanto como el instinto básico de supervivencia. Pero cuando se aceptan los cambios – algo que requiere de flexibilidad y transparencia – la especie avanza y es capaz de conseguir grandes logros.

Por Zach Mortice para Redshift

Eddy Slim está acostumbrado a confrontar esos miedos. Después de haber seguido su formación en arquitectura, ha utilizado BIM (Building Information Modeling, o Modelado de Información para la Construcción) en el diseño de algunos de los edificios culturales más emblemáticos de México, tales como el icónico museo de arte Museo Soumaya . Más recientemente Slim ha centrado su carrera profesional y dirigido los esfuerzos de su empresa ConstruBIM a la implementación de BIM en empresas tanto de diseño como de construcción así como a gestionar los cambios y la ansiedad que inevitablemente acompañan a estos nuevos paradigmas.
 
Para Slim, lograr una correcta adopción de BIM  por parte de las empresas no consiste exclusivamente en conseguir un buen manejo técnico del software sino que es igualmente importante gestionar aquellos cambios en la cultura laboral que puedan suscitar ciertas emociones y alarma. Es como si dijéramos pasar a ser un “terapeuta a tiempo completo”, nos comenta. Para hacer que BIM sea una pieza indispensable en el flujo de trabajo de tu empresa es recomendable seguir los siguientes tres consejos:
 
1. Conviene primero conseguir una buena aceptación generalizada, para luego pasar a adoptar BIM. 
Uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de buscar una buena adopción de BIM,  es la disposición del equipo para cooperar y trabajar fuera de los grupos de trabajo habituales. En una primera etapa del proceso, Slim sopesa la disposición del equipo para trabajar los unos con los otros. Una vez efectuados los primeros contactos con el grupo de liderazgo de la empresa, conviene conseguir que todos se sumen al diálogo lo antes posible. (Para su tercera reunión con la empresa, Slim ya ha obtenido permiso de la dirección para reunirse con todo el personal). “Tenemos que hablar con ellos porque si nos encontramos con resistencia interna no podremos hacer nuestro trabajo”, comenta.
 
Si bien los altos directivos pueden estar a favor de revisar profundamente la forma de trabajar de su plantilla, es posible que los responsables de implementar dichos cambios no estén tan comprometidos. Una buena forma de brindar cierto grado de rendición de cuentas en el proceso de transición consiste en estudiar detenidamente el papel que desempeñará cada miembro del personal en la implementación de BIM. Slim comenta que “nos esforzamos en crear roles concretos y comunicamos después a todas las personas cuál es su función y la relevancia que la misma tiene para los demás, de tal forma que puedan así comprender su aportación y la importancia de trabajar en conjunto“.
 
Una vez el equipo está unido y preparado para la adopción de BIM, conviene empezar a implementar el proceso con proyectos que hayan sido ya iniciados, dado que es más posible que los nuevos sufran retrasos o cancelaciones. Con un proyecto ya en curso, los diseñadores cuentan con cierto nivel de familiaridad que les permitirá superar las incertidumbres que supone aprender un nuevo proceso de diseño, ayudándoles también a comprender la forma como BIM les ayudará a resolver problemas difíciles de solucionar con métodos tradicionales. La transición hacia BIM podría iniciarse planteando preguntas con respecto a ciertos puntos críticos del proceso de diseño tradicional, y explicando la forma como BIM puede ofrecer una respuesta.
 
2. Demostrar, no predicar.
Cuando los gerentes afrontan profunda resistencia a la adopción de BIM, la situación no se va a resolver mostrando miles de diapositivas y haciendo promesas. Conviene entonces demostrar las ventajas de BIM dejando que sus nuevos usuarios afronten cierto grado de dificultad.
 
Al trabajar con un nuevo cliente, ConstruBIM se posicionó para que la empresa defendiera un estándar BIM unificado pero no consiguió que ellos “vieran las ventajas”, comenta Slim. Durante un tiempo dejó que trabajaran como lo habían hecho antes y que hicieran uso de BIM únicamente para visualización en 3D. Obviamente no conseguían alinear sus modelos fusionados. Slim añade:  que “no encontrábamos los parámetros que necesitábamos para encontrar la información, los nombres o para estructurar las familias. Era un esfuerzo de locos.
 
Añade que “fue entonces cuando les mostré lo fácil que es con un modelo que sigue un estándar, con la forma de cuantificar, de extraer información y exportarla de vuelta al modelo, coordinando dicha información con visualización 4D y 5D . En aquella reunión fue cuando pudimos ver el asombro en sus caras; habían comprendido finalmente el valor añadido que supone tener un solo estándar”.
 
3. Escuchar y reconfortar.
Gestionar bien la introducción de BIM en una empresa podría definirse como “pura política”, o más en general como la política de hacer frente a nuevos paradigmas, comenta Slim.  Le llaman para responder ante los miedos por una posible pérdida de margen profesional, por una posible reducción de puestos de trabajo producto de una tecnología más eficiente, o por el miedo a lo desconocido. Para introducir BIM es importantísimo responder de forma proactiva a estas preocupaciones.
 
Sobre todo hay reconfortar a las personas explicando que BIM es especialmente eficaz en el ahorro de dinero porque reduce ineficiencias que suponen tiempo, y no los gastos laborales. Slim comenta que “a veces la inversión en la implementación BIM es un fenómeno malentendido al verlo como una reducción de la plantilla de trabajadores. Comprendo porqué algunas personas piensan así, pero no es la conclusión correcta. Los ahorros BIM se materializan en el lugar de trabajo al conseguir una construcción más eficiente y una mejor coordinación. BIM brinda acceso a más datos y ayuda a reducir residuos y desperdicio al igual que elimina errores que suponen tiempo perdido“.
 
A la hora de capacitar, es importante identificar a las personas más idóneas del equipo en asumir funciones de liderazgo para la gestión de BIM de tu empresa. La alta gerencia puede no tener ni el tiempo ni las competencias técnicas necesarias para asumir funciones operativas con el nuevo sistema, de ahí que trabajadores de menor rango puedan ser más idóneos para  asumir la gerencia de BIM.
 
Slim comenta que “lo importante” es ver las ventajas que aporta BIM en términos de eficiencia, de velocidad, de una mayor información que podemos analizar y procesar antes de construir, de ahí la necesidad de seguir teniendo un equipo fuerte, un gran equipo. Conviene tener en cuenta que los ahorros vienen por reducir los desechos de material en la construcción, no la mano de obra“.
 
El reto consite en presentar BIM como un sistema que ofrece mayor control sobre los proyectos, especialmente los de gran escala tales como los proyectos de megaedificios. Este enfoque requiere de más insumos en mano de obra como contrapeso a las eficiencias en ahorro de tiempo, ofreciendo así mejor atención al cliente. Con más variables que verificar y más formas de hacerlo, mientras más mano de obra se invierta en el modelo, mayor el provecho que sacarán todos del mismo.
 
Slim comenta que “expresarlo en estos términos, sirve de ayuda. De esta forma el trabajador empieza a querer implementar BIM.” Esta es además otra forma positiva de presentar BIM, no en tanto que nuevo reto (o ayuda) para los diseñadores, sino en tanto que ventaja para los clientes.