Latam
25 /05 / 2020
Tres formas de acercar los diseños de la naturaleza a la arquitectura sustentable a través de la biomimética
La biomimética y el diseño biofílico son enfoques de trabajo que pueden ayudar a los arquitectos a crear edificios más ecológicos, sanos y atractivos.
Traducción por SONDA MCO
Los edificios están entre los principales emisores de gases de efecto invernadero; además, están llenos de químicos que pueden causar enfermedades. Eric Corey Freed, nombrado Director de Sustentabilidad en CannonDesign hace poco tiempo, lo resume en pocas palabras: “La forma en que construimos los edificios es estúpida.”
Durante toda su carrera, Freed ha impulsado a la profesión del diseño a que trabaje mejor. Opina que los arquitectos deberían trabajar con la naturaleza, no en contra de ella. Específicamente, argumenta que debería aprovecharse el potencial de la biomimética y el diseño biofílico en la arquitectura sustentable.
Los conceptos de biomimética y biofilia no son nuevos, pero muchos diseñadores no están seguros de su definición (ni de la diferencia entre ellos). Freed cree, sin embargo, que a medida que empeore la crisis climática, lo más importante que debemos comprender es el potencial increíble de estas formas de trabajar. “El objetivo mayor es que logremos hacer edificios que emitan cero carbono, que sean sanos y vibrantes para todos”, dice. “Hacer que la biomimética (imitar los diseños de la naturaleza) y la biofilia (integrar la naturaleza al diseño) sean la norma es vital para lograrlo.”
Además, en un escenario como el que enfrentamos hoy, en el que tenemos que quedarnos confinados en nuestra casa, es más importante que nunca que esos hogares sean sanos, seguros y que estén en armonía con el mundo natural. A continuación compartimos tres formas de que los arquitectos hagan realidad este concepto.
1. Incluye la naturaleza en cada proyecto
Para buscar ideas para sus proyectos, los diseñadores suelen entrar a sitios web llenos de fotos glamorosas de construcciones nuevas. Les iría mejor dando un paseo por el bosque. “El mundo es un lugar lleno de maravillas”, dice Freed. “Si los diseñadores abrimos los ojos a ellas, no dejaremos de encontrar inspiración en todos lados... y no lo digo de una manera hippie, sino de una manera muy tangible y realizable.”
Pensemos en la forma. Hay incontables maneras de incorporar formas de la naturaleza a un edificio: moldear las columnas como troncos de árboles, o usar motivos botánicos en telas y terminaciones de paredes.
La biofilia, o el amor innato de los humanos por la naturaleza, es una gran razón para dar este salto. El diseño biofílico fue una parte clave de la estrategia de la firma Gensler para promover el bienestar, la salud y productividad de los empleados en los 18.000 metros cuadrados que diseñaron para la oficina central de Etsy en Brooklyn. Llenaron los espacios de plantas, encargaron obras de arte de temática botánica, y minimizaron los ángulos rectos y las paredes lisas para imitar la irregularidad de lo salvaje.
Freed dice que una manera simple de comenzar a incluir la naturaleza en los proyectos es estudiar cuidadosamente las propiedades únicas de cada sitio: el espacio que lo rodea, el recorrido del sol, el clima, la flora y fauna. Luego, algunos de estos elementos pueden ser resaltados en el diseño.
“Algo que suelo hacer cuando queremos integrar un edificio al espacio es recorrerlo recolectando muestras de hojas, piedras, flores, patrones” dice Freed. “Las documentamos, escaneamos, corregimos el color, y las guardamos.”
La estrategia de diseño hace eco de la lógica propia de la naturaleza. Los organismos evolucionan respondiendo a las condiciones de su ambiente; la arquitectura debería hacer lo mismo. Según Freed: “Es lo que Frank Lloyd Wright solía llamar ‘arquitectura orgánica’. El proceso creativo en que decimos ‘no vamos a llegar con una forma concebida desde antes, sino que somos parte de esta comunidad y vamos a crecer desde aquí.’ ¿Cómo nos puede inspirar la naturaleza en general, y el sitio en particular, para darnos formas que no se nos podrían haber ocurrido?”
2. Conviértete en defensor de la biomimética
Comprender cómo resuelve problemas la naturaleza puede servirles a los arquitectos para crear edificios que funcionen en armonía con los sistemas naturales, como el cuerpo humano y la atmósfera del planeta. Durante millones de años, los seres vivos se han optimizado para prosperar en su ambiente. Los huesos de los humanos tienen cuatro veces más fuerza que el concreto (y pesan la mitad); la seda de las telas de araña es cinco veces más fuerte que el acero. Por contraste, sin embargo, los huesos y la seda no generan emisiones industriales al crearse.
La empresa británica Exploration Architecture se ha dedicado a traducir las lecciones de la naturaleza a la construcción. Para el proyecto “Biomimetic Office Building” (edificio de oficinas biomimético) los diseñadores estudiaron la manera en que el mundo natural se ocupa de las necesidades críticas de los organismos, desde el apoyo estructural hasta la regulación térmica. Tomaron ideas de materias como el cráneo de las aves, la piel de los osos polares y las hojas de las plantas mimosas, y crearon un diseño que proyecta un consumo de energía mucho más bajo que el de torres de oficinas comparables. Para el proyecto Abalone House, propusieron imitar las características geométricas de un caparazón de molusco para crear una estructura ondulada para el techo, que requiere la mitad de los materiales de construcción.
No todas las empresas tienen los recursos ni el conocimiento necesario para lanzarse a diseñar techos inspirados en caparazones, pero Freed cree que los arquitectos pueden abogar por la causa de todos modos, aunque aún no puedan llevarlo a cabo. “No hace falta que se conviertan en biólogos amateurs de la noche a la mañana, pero sí que aumenten el entusiasmo y el interés por este tipo de trabajo para hacer edificios mejores”, opina.
3. Busca ecomateriales
La producción de materiales no tóxicos y ecológicos va en aumento, y una biblioteca virtual llamada mindful MATERIALS está facilitando la búsqueda y la investigación acerca de los ecomateriales. Los diseñadores pueden hacer búsquedas específicas de productos ecológicos como el material aislante a base de soja o cáñamo, y compararlos con las opciones más conocidas como la madera laminada cruzada.
Freed expresa un entusiasmo particular por los materiales ecológicos que pueden diseñarse con objetivos específicos y ser cultivados, por ejemplo, en lugar de fabricarse industrialmente y consumir mucha energía. Se podría manipular el ADN de plantas para crear ladrillos con propiedades especiales, como la capacidad de absorber dióxido de carbono del aire, reflejar el calor en verano, o brillar en la oscuridad.
Aunque no podamos conseguir de estos ladrillos todavía, ya son más que un sueño futurista. “Ya hemos descifrado la secuencia de ADN que genera estas propiedades, así que podríamos cultivar material de construcción que tenga la función que necesitamos”, dice Freed. Una empresa que ofrece una visión de este posible futuro es BioMASON, de Carolina del Norte (EE. UU.), que fabrica ladrillos utilizando microorganismos, un proceso inspirado en estudios de coral.
“Al fabricar la mayoría de los materiales de construcción, estamos contribuyendo a la crisis climática”, dice Freed. “Si generamos nuestros materiales, podemos dejar de contribuir... o incluso revertirla.”