¿Cómo puede ayudar la tecnología en la construcción a ahorrar costos y ser más competitivo?
Una mala planeación o falta de un presupuesto de obra puede ocasionar grandes pérdidas para las empresas de construcción. Si su cálculo del precio es erróneo y es menor al real pierden dinero, si su cálculo es mayor pueden perder al cliente.
Con la competencia que existe hoy en día es de suma importancia tener una idea del precio aproximado para así también poder calcular las utilidades que se van a obtener. Es verdad que nunca van a tener el precio exacto en la fase de planeación, es por eso que también hay que calcular las contingencias con un porcentaje razonable.
Hablando de competencia también hay un error común al pensar que por medio de mejores precios se pueden obtener mejores resultados en las licitaciones, pero si al ofrecer un mejor precio sacrifican la calidad y/o el tiempo los resultados futuros se podrían ver impactados de una manera negativa.
Si cambiamos la forma de pensar de “siempre se ha hecho así” y apostamos por la innovación se podrá dar un mejor servicio al cliente, ya que con la tecnología podemos obtener estimaciones reales al estar construyendo el edificio virtualmente por medio de BIM (Building Information Modeling), cuantificar todos los elementos presentes así como los volúmenes reales de obra y es posible poner a cada uno de los objetos un precio y sus componentes.
Gracias a esta metodología es posible la obtención de estimaciones semanales o quincenales para tener un mejor control en el flujo de efectivo y prever la demora en los pagos. Esta demora generalmente obliga a las empresas a pedir préstamos o tomar medidas que finalmente se resumen en pérdidas monetarias.
Por otro lado, BIM permite que otras áreas tengan herramientas ya que gracias a los modelos se pueden obtener imágenes y presentaciones de los proyectos, lo cual facilita la venta desde etapas muy tempranas y la toma de decisiones de los dueños a lo largo del proyecto evitando re trabajos y obteniendo los resultados visuales esperados.
La inversión inicial puede ser algo que frene a las constructoras a dar el siguiente paso, pero con estos argumentos (y otros más que veremos en los siguientes posts) el retorno de inversión suele ser en el muy corto plazo.