5 maneras de diseñar edificios para frenar el cambio climático
La mayoría de las personas ignora el poder que tienen en la mitigación de los factores que generan el cambio climático. Una realidad que debemos considerar en cada una de nuestras acciones, si queremos preservar el planeta.
La mayoría de las decisiones de diseño que se toman cada día tienen una implicancia climática, pero muchas veces los profesionales desconocen su capacidad de influir en la construcción de un futuro mejor. Estamos hablando de aquellos que crean productos y diseñan ambientes de la vida cotidiana -desde los ingenieros mecánicos hasta los arquitectos- quienes desempeñan un rol importante a la hora de reducir las emisiones de carbono y junto con ello los efectos que produce el cambio climático.
Comprender el problema
El impacto del cambio climático es claro en el aumento del nivel del mar, en el incremento de la frecuencia y la intensidad de las tormentas, además de las sequías e inundaciones. Estos cambios en los patrones climáticos crean escasez de recursos, el desplazamiento de comunidades, mayor riesgo de enfermedad y problemas políticos y económicos, lo cual afecta profundamente en la vida de las personas.
Diseño y mitigación del cambio climático
La forma más significativa en que los arquitectos e ingenieros pueden abordar este desafío es diseñando para la obtención de un mayor rendimiento en una obra. El aumento de la productividad requiere maximizar el valor (producto) y minimizar los costes (insumos, energía y los recursos materiales). En términos de arquitectura y construcción, eso podría significar diseñar edificios que consuman menos energía. En el lado de la fabricación, podría ser el diseño de productos que duren más tiempo y el uso de material reciclado, por ejemplo.
Los arquitectos, diseñadores e ingenieros que buscan hacer frente al cambio climático suelen emplear estos cinco enfoques:
1.Productividad y energía Desde el principio de un proyecto es importante hacerse preguntas como: “¿cuál es la implicación energética en esta decisión de diseño?” o ” ¿cómo incrementará la energía con esta elección y el rendimiento de los recursos? Es importante plantear estas preguntas a tiempo y a menudo establecer el precedente para opciones de diseños sostenibles a lo largo de la vida del proyecto. Estas decisiones aparentemente insignificantes suponen grandes impactos.
La Torre de Shanghái: el edificio más alto de China, ahorró el 25 por ciento de sus costes materiales gracias a que los arquitectos se centraron en cómo levantar una estructura ligera manteniendo su resistencia. Y lo hicieron analizando cómo el viento golpearía el edificio, dándole una forma torcida al diseño que hiciera de corta viento.
2.Modelar y simular. Ahora es más fácil que nunca evaluar las decisiones tempranas de diseño mediante el uso de la tecnología de simulación para modelar y probar alternativas rápidamente.
Las partes interesadas en un proyecto deben ser conscientes de las ganancias e incluso exigir prácticas sostenibles a lo largo del proceso de diseño e ingeniería.
3.Mirada a largo plazo. Es importante que los diseñadores e ingenieros tengan en cuenta el ciclo de vida del producto o del proyecto. Un buen ejemplo de ello es el fabricante de ventiladores industriales Howden France. En este caso la empresa analizó las ruedas de su ventilador (PDF), explicando la fatiga y ajustando su espesor y peso. La optimización del peso de las ruedas permitió a Howden reducir la inercia del ventilador, mejorando el rendimiento de la vida útil y reduciendo la potencia necesaria para el motor. Y eso llevó a reducir los costes operativos, y significó un gran triunfo para los clientes.
4.Considerar todo el sistema. Los diseñadores e ingenieros que utilizan sistemas integrales consideran las relaciones entre sistemas complejos, en lugar de centrarse en partes individuales. Esto es importante porque los retos como disminuir el cambio climático representan un conjunto de cuestiones interconectadas que no pueden resolverse aisladamente. Tomando una visión general y teniendo en cuenta todo el sistema, las oportunidades más importantes a menudo surgen, y se pueden incorporar al principio del proceso.
5.Comunicar. Alcanzar un mayor rendimiento del diseño significa un ahorro de costes para los clientes y valor agregado al producto o a la obra. Corresponde a diseñadores e ingenieros educar y comunicar a la comunidad, a sus clientes, proveedores, subcontratistas y colegas acerca de las opciones que pueden hacer una verdadera diferencia en el resultado final.
El Instituto Americano de Arquitectos (AIA, por sus siglas en inglés) convocó a las firmas de arquitectura a unirse al “Compromiso hacia 2030”, que busca la construcción de edificios neutrales de carbono. De acuerdo con información del organismo, los edificios son los contribuyentes más grandes en la producción de gases de efecto invernadero y representan cerca de la mitad de la generación anual, por lo que el acuerdo pretende reducir el uso de recursos naturales y fuentes de energía no renovables de estos inmuebles.
La firma global de arquitectura e ingeniería HOK ha dado pasos significativos en esta área al firmar este acuerdo. “Ahora nuestros diseñadores están involucrados en discusiones energéticas con clientes, ingenieros, contratistas y consultores”, afirmó Anica Landreneau, directora de consultoría sostenible de HOK. “Tener discusiones sobre la eficiencia energética con anterioridad y con mayor frecuencia en el proceso de diseño nos ha permitido identificar importantes ahorros para nuestros clientes”.
En pocas palabras, el diseño sostenible es posible. Y responder al cambio climático es mucho más urgente que nunca. Si más diseñadores e ingenieros se comprometen a hacer preguntas tempranas sobre la eficiencia, usando herramientas de simulación y análisis, y tomando una visión a largo plazo y de todo el sistema, podremos aportar a disminuir los agresivos efectos del cambio climático.