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02 /01 / 2020
El paisajismo echa raíces en BIM para mejorar la colaboración
BIM se está convirtiendo rápidamente en la norma, tanto en arquitectura como en construcción. Es importante conocer los obstáculos y las ventajas para poder seguir mejorando el proceso de cara a su uso en el paisajismo.
Lauren Schmidt hizo pronto un descubrimiento en su carrera como paisajista: si bien el proceso BIM (modelado de información, Building Information Modeling) no se utiliza tradicionalmente en su profesión, sabía perfectamente que la “I” de BIM (es decir, los datos de modelado 3D) tenía el potencial de causar un gran impacto en el sector del paisajismo.
Tras haber integrado la tecnología en sus propios proyectos y práctica profesional, Schmidt, que trabaja actualmente como asociada en la firma GGN de Seattle, se sentía frustrada por la falta de información disponible sobre el uso de BIM en el campo del paisajismo. Como solución, creó “Revit Landscape: An Introduction to Revit and Site Modeling” (Paisaje Revit: Introducción a Revit y al modelado de emplazamientos), un curso de formación online en video, y publica un blog sobre el tema en landarchBIM.
Schmidt escribe, además, columnas para el blog profesional World Landscape Architecture (WLA) y ha creado numerosos recursos de modelado 3D para un sector que no ha sido tan rápido en adoptar la metodología BIM como lo han hecho la arquitectura, la ingeniería y la construcción.
“Como paisajista, a veces los arquitectos me preguntan: ‘¿por qué usas Revit [de Autodesk]?’”, observa Schmidt. “Y la respuesta es bien sencilla: exactamente por las mismas razones que lo hacen los arquitectos e ingenieros de construcción, una explicación que podría resultar obvia para quienes están familiarizados con el programa y sus funciones, pero que, para los no iniciados, es insuficiente”.
La experiencia de Schmidt, en cuanto se refiere a BIM aplicado al paisajismo, es destacada (en parte, porque no hay muchos expertos). “En mi opinión, el paisajismo es una profesión minoritaria, que se sitúa entre la arquitectura y la ingeniería civil, y que se ha visto, en cierta forma, olvidada por las herramientas disponibles hoy en día”, señala. “Dicho de otro modo, no ocupamos una cuota de mercado importante”.
En otras palabras, los paisajistas se encuentran hoy en la misma situación en la que se encontraban los arquitectos técnicos y los ingenieros civiles hace algunos años: sus clientes (arquitectos y promotores) estaban generalizando el modelado y la metodología BIM, por lo que tuvieron que adaptarse. (Schmidt cita un proyecto de colaboración reciente con LMN Architects para la ampliación del Centro de Convenciones del Estado de Washington como ejemplo muy válido de colaboración con BIM).
En una presentación de Schmidt en Budapest, en 2015, expuso lo siguiente: “El proceso BIM se está convirtiendo rápidamente en la norma, tanto en arquitectura como en construcción, y son muchos los propietarios y administraciones que tienen sus propios requisitos en la materia. Y con todos los beneficios en términos de ahorro de tiempo y dinero que aporta el modelo, no es sorprendente. Por lo tanto, y con independencia del software, animaría a todos los paisajistas a formarse e implicarse en el uso de BIM. Es importante conocer los obstáculos y las ventajas para poder seguir mejorando el proceso (y el software) de cara a su uso en el paisajismo”.
Los desafíos son reales: las soluciones de modelado 3D optimizadas para el paisajismo son prácticamente inexistentes. Y, como afirma Schmidt, “Simplemente, Revit no está pensado para modelado de paisajes o emplazamiento de edificios que cubran una gran superficie”.
En tal caso, ¿por qué deberían utilizar BIM los paisajistas? Después de todo, la “B” de las siglas (Building) hace referencia a edificaciones. ¿Por qué no usar software de diseño para ingeniería civil, que al menos está optimizado para trabajar con topografía y drenajes?
“El papel del paisajista en proyectos grandes es a menudo unir el trabajo de los arquitectos al de los ingenieros civiles (pendientes, planos de drenaje, etc.)”, comenta Schmidt. “Eso puede ser complicado, ya que intentamos controlar espacios intermedios, como umbrales, entradas, muros de contención y aceras; por eso, nos interesa trabajar con los modelos de los arquitectos y los ingenieros civiles lo antes posible”.
A la hora de elegir las herramientas de diseño, Schmidt afirma que es la “I” de BIM lo que realmente cuenta. En su entrada en WLA, “BIM and Landscape Architecture: What, Why, and How” (BIM y paisajismo: qué, por qué y cómo) señala que “La diferencia fundamental entre el modelado 3D básico y el método BIM radica en la información (o datos) del modelo. La idea es que cada objeto del modelo contiene datos relativos a tal objeto. Por ejemplo, un árbol en un paisaje BIM incluiría los parámetros necesarios para colocarlo, como su nombre científico, tamaño de la raíz, condición y altura en el momento de plantarlo. También podría incluir información de diseño relevante, como la altura una vez maduro, ancho de la copa, requisitos hídricos y de exposición solar, y época de floración”.
Al disponer de esta información en el modelo, se abre paso a nuevas posibilidades (por ejemplo, a la automatización de las mediciones y de la planificación de la obra) y se logra una coordinación mejor y más rápida con los otros técnicos implicados en proyectos grandes, lo que, según Schmidt, “permite a los paisajistas tener voz y voto”. Y, lo que es más importante, conduce a un diseño mejor. “La información del modelo puede ser decisiva a la hora de tomar decisiones importantes, tales como la mejor forma de recoger y almacenar el agua de lluvia”.
“Una de las principales ventajas que ofrece BIM es la de crear la documentación directamente a partir del modelo”, continúa Schmidt. “Las vistas de planta, sección y alzado pueden generarse rápida y automáticamente con plantillas específicas. Y los elementos de dichas vistas pueden ser muy detallados y precisos”. Lo mismo puede decirse de las secciones constructivas que se facilitan a los ingenieros civiles y que se utilizan para las estimaciones de costes y las planificaciones.
A pesar de no estar plenamente optimizada para los paisajistas, la metodología BIM se está volviendo casi obligatoria en proyectos grandes y complejos de transformación del suelo, por las mismas razones por las que es la norma en el caso de grandes edificaciones y otras estructuras.
“Podría parecer que los obstáculos al trabajar con herramientas que no se han diseñado para nuestra profesión añaden costes, en lugar de valor, a nuestra labor de diseño”, declara Schmidt. “Pero, en última instancia, BIM es más eficiente y, por tanto, ahorra dinero. Y, puesto que el dinero es un factor de motivación importante, no es sorprendente que los arquitectos, los contratistas, los clientes y, ahora, los paisajistas estén adoptando el método BIM e, incluso, lo exijan en sus proyectos”.
Para los paisajistas, este es el momento de plantar el árbol de BIM. O, como afirma Schmidt, “Si no lo incorporamos a nuestros procesos, otros lo harán y nos quedaremos sin trabajo”.