Latam
15 /01 / 2019
BIM, un proceso que hace más transparente la obra pública
Esta metodología permite “construir digitalmente” y evita los sobrecostos por pedidos de cambios durante la construcción o la falta de coordinación entre rubros. En Chile será obligatoria a partir de 2025
Todos conocemos hospitales, rutas o escuelas con obras que duran más de lo programado y cuestan más de lo presupuestado. Las razones pueden ser varias, desde cambios o modificaciones que aparecen en la construcción, hasta interferencias por falta de coordinación entre las diversas especialidades que actúan en la obra.
Hoy esa desviación se puede controlar y reducir a través de un proceso denominado BIM (por sus siglas en inglés, Building Information Modelling), una metodología implementada en varios países a nivel global; y en Chile, que es líder en Latinoamérica.
Esta metodología evita los sobrecostos generados por pedidos de cambios en la obra original y ahorra los tiempos adicionales que se generan por las solicitudes de autorización para realizar esos cambios en el momento de la construcción, con todos los trámites y reprogramaciones que conllevan.
Chile definió a través de PlanBim, una iniciativa de la organización gubernamental Corporación de Fomento, un plan a 10 años que tiene como una de sus metas la utilización de BIM para el desarrollo y operación de proyectos de edificación e infraestructura pública al año 2025. El plan tiene como objetivo incrementar la productividad y sustentabilidad –social, económica y ambiental– de la industria de la construcción, mediante la incorporación de procesos, metodologías de trabajo y tecnologías de información y comunicaciones que promuevan su modernización a lo largo de todo el ciclo de vida de las obras.
Es imperativo para la industria de la construcción mantenerse competitiva y satisfacer el crecimiento de la demanda del mercado. La globalización y la era digital han cambiado el panorama de todos en la industria de la construcción y ahora es necesario mantenerse al día. Por lo que la disrupción de los procesos actuales y el uso de nuevas tecnologías son un paso para poder empezar a atacar el problema de la productividad en la construcción y poder generar mejores proyectos, en menor costo y en menor tiempo.
El objetivo de reducir costos y plazos a través de normas claras y la utilización de estándares permitirá aumentar la trazabilidad y transparencia en la concreción de proyectos.
¿Qué es BIM? Es básicamente construir digitalmente. Esto se logra uniendo tecnología, mejora de procesos por medio de estándares que optimizan la forma de diseñar, construir y operar a través de todas de las etapas de una edificación o una obra de infraestructura.
Cuando los equipos de trabajo confían en métodos basados en papel para notificar problemáticas de obra, el seguimiento de estas problemáticas se convierte en un gran desafío; comprender qué problemas se han resulto y cuáles todavía deben abordarse es de una gran complejidad. Sin una metodología estandarizada y aún confiando en la capacidad del personal de ser organizado, es muy probable que la resolución de problemáticas en obra no sea rápida y que se vuelva a cometer el mismo error.
Mediante soluciones en la nube que permiten movilidad y una plataforma unificada -también en la nube- que favorezca la colaboración, es posible tener acceso oportuno a los documentos más actualizados. Así, rápidamente se logra compartirlos con el equipo de proyecto, marcar o agregar comentarios sobre la documentación como planos y modelos 3D, notificando a todos los involucrados. Incluso si la colaboración de todos los interesados de un proyecto estaban en formatos de archivos nativos de cada diseñador o contratista, todos pueden ver la documentación y sus actualizaciones en tiempo real.
La aplicación de análisis avanzado de datos en la ingeniería y construcción permite que las grandes cantidades de datos que se recolectan en cada obra, como el comportamiento del presupuesto, del cronograma, la productividad de la mano de obra y la operación puedan ser recolectados de manera digital para poder empezar a tener información predictiva y práctica para usar en licitaciones, presupuestos y cronogramas.
BIM está en el centro de la transformación digital en el sector de la construcción. Muchos gobiernos alrededor del mundo, ya con datos reales del ahorro que genera, están reconociendo el valor de esta metodología.
¿Donde está Argentina en este momento en el camino de implementar BIM en sus grandes proyectos? Ya tiene obras construidas con esta metodología; hay profesionales capacitados y empresas preparadas para comenzar a trabajar en forma sostenida utilizando BIM.
¿Qué falta? Que el Gobierno Nacional tome la iniciativa, establezca un mandato para la utilización de esta metodología en todas las grandes obras a través de la definición de un estándar nacional y un plan establecido en conjunción entre el estado, las universidades y el sector de la construcción. Este plan de apoyo al uso de la metodología BIM en forma masiva en la construcción pública permitirá la capacitación del capital humano en el ámbito laboral y educativo, facilitará el uso de las plataformas tecnológicas e impulsará la participación de todos los actores de la industria de la construcción, tanto públicos como privados. Como ya se dijo al principio, así lo han hecho ya países de la Comunidad Europea, Estados Unidos, algunos países de Asia y Chile que lidera la implementación de BIM en Latinoamérica, con una plan definido desde la presidencia, que será implementado en el año 2025 y de cuya adopción ya comienzan a verse beneficios concretos.
De esta forma podremos avanzar en el objetivo de tener eficiencia, construyendo más con el mismo presupuesto y teniendo control total de la transparencia en la obra pública.